El Gran Farsante debe tener una carrera adecuada a cómo quiere ser visto en sociedad. En general no desea ser destapador de cañerías, fumigador, panadero, o repositor de Coto. El Gran Farsante debe inventarse una carrera universitaria. Ser "El dotorrr". Para eso, tenemos coartada. Y Google. Este buen amigo nos puede ayudar con varias cosas, empezando por elegir dónde el Gran Farsante se pudo graduar con honores. Una vez escogida la institución académica, elegimos la carrera adecuada a nuestro pesio, altura, y cara de piedra.
No es fácil sostener la mentira sin conocimientos previos. Por eso, el Gran Farsante debe elegir una especialidad que le provea la seguridad de que, si lo consultan en reuniones, pueda pilotear la situación con gracia, estilo, y machete previo.
Oftalmología. Sabemos que: la gente que no ve de lejos es miope, el que ve borroso tiene astigmatismo, a partir de los 45 años tenemos presbicia, y con el glaucoma eventualmente la gente pierde la vista, pero se puede operar. Con este paquetito de datos, haremos milagros. El Gran Farsante oftalmólogo no puede efectuar un diagnóstico si no revisa primero con sus aparatos, y si le piden el teléfono del consultorio, el Gran Farsante lo dará, por supuesto, pero mal. Esto le da la posibilidad de, en próximas reuniones, despotricar contra los operarios de la telefónica, esos "ignorantes" que no le arreglan nunca la línea.
El Gran Farsante puede elegir también ser Doctor en Leyes, pero, una vez especificada la rama de derecho elegida, se arriesga a que le consulten por el primo preso, por la mamá que se quebró la cadera en la vereda de la Municipalidad y quiere 200.000,- dólares, por el divorcio de la segunda esposa que quiere quedarse con la colección de estampillas, por el juicio al seguro del coche que no cubre el impacto de una gaviota contra el parabrisas.... El Gran Farsante siempre debe atenerse a esta frase: "Tendría que ver bien el caso; pero así como me lo contás, creo que tenés todas las de ganar. Pasáme el Nº de juzgado, que miro el expediente". El interlocutor se irá contento (si Ud. le dice que va a ganar, inmediatamente creerá que es Ud. un gran abogado, si le dice que tiene dudas, pensará "Este no sabe nada", es una fija), luego usted le dará otra vez el numerito de teléfono mentiroso.
Puede elegir también la arquitectura, diciendo que construyó algún que otro edificio en China (nadie va a ir a China a ver JUSTO ESE edificio), y hablará por supuesto de que Gaudi inspiró su carrera, y de que en su época no había Autocad y se las arreglaban igual.... De paso, cuente el chistecito: "¿Cual es la diferencia entre los ingenieros y los arquitectos? Los ingenieros construyen armas, los arquitectos construyen blancos.". No se lo entenderán fácil, y pensarán, una vez más, que Ud. es inteligentísimo.
Por supuesto, antes de fingir, debe buscar en Google los nombres de algunos de "sus profesores", quejarse de:
sus pacientes/clientes/asociados/jefes/inspectores/jueces y afines, y atender permanentemente los llamados de su hermana, que como tiene siete hijos y los sábados no sale, le hace la gauchada de fingir que es su secretaria llamándolo por asuntos de último momento.
Aprendiendo este módulo, Usted será siempre un Gran Farsante, pero ahora un farsante universitario. Que no es poco.
2 comentarios:
Nos descubriste. Por favor no digas nada.-
Mariano
Me han engañado!!!!!!!!!!
Ojo, que no les pase lo de Blumberg...
Un beso.
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