05 abril, 2007

La vida es como un árbol. Sus hojas son los problemas. El otoño de ese árbol es impredecible. No se sabe cuando vendrá, y caerán las hojas sobre nosotros. A veces hay largos otoños en los que las hojas no paran de caer. Entonces nosotros, rastrillo en mano, tratamos de barrer esas hojas y sacarlas de ahí. A veces podemos, a veces no damos abasto. A veces hay largos veranos sin viento, en los que no cae ni una hoja. Pero nunca sabemos cuándo pasa qué cosa.
Esa es mi analogía de la vida. Es simple. Y complicada.

2 comentarios:

Marian dijo...

Muchos tribus indigenas han considerado la imagen del árbol en analogía al hombre.

Lo q está en la tierra, las raíces q éste larga...serían los fundamentos,los valores, las costumbres, el pasado...
las ramas, lo q se cría en el aire... sería el presente y futuro, las relaciones, la forma de expresión, los afectos...

Y el q no estén las hojas, no significa q los problemas no existan... ya q somos muchisimo + complejos q un árbol
muchísimo + intrincados
+ conflictivos
No necesitamos solo de aire, tierra y agua
Necesitamos q nos rieguen de AFECTO

Creo además q estamos aca para q nos duelan cosas, solamente p eso, si. Con dolor el humano aprende
(y a veces es una mierd...)
si
nos replanteamos la vida, el existir, las razones de la misma...

Pero sabes una cosa, hay q pasarla y seguir adelante, aunq parezca todo desfallecer, hay q seguir...a la larga se encuentran los motivos reales y no en el momento del dolor cuando parece q el invierno no va a terminar.

Beso.

Anónimo dijo...

...a mi se me caen tantassssss cosasssss...pero tambien dicen que es la naturaleza...ja!