18 agosto, 2006

Hoy me puse a observar la estupidez y la torpeza humana en una de sus más elocuentes demostraciones.
Y me pregunté: ¿Es posible que en una sociedad "civilizada", en la que en teoría sabemos cómo movernos en una ciudad, en una esquina se descomponga un semáforo y todo sea un CAOS?
Estuve en esa esquina más o menos cinco minutos, y en ese corto tiempo ví:
- Un colectivo que casi se lleva de paseo a un Renault azul que tuvo la misma idea que el colectivero: ¡¡Pasar primero!!
- Un taxi que se reputeó con un chico que venía en una bicicleta porque el de la bicicleta se le mandó por enfrente y el taxista casi lo manda a Mongolia sin previo paso por Aduana.
- Una chica que casi deja un espectáculo sanguinolento al pretender pasar antes que un colectivo (la misma línea que el anterior) que venía cual Speedy González perseguido por catorce felinos. Decí que corrió, porque si no, el desayuno me iba a caer mal, realmente....
Ahora yo digo: ¿Puede ser que nos sacan tres lucecitas de cada lado que nos dicen cuándo caminar y nos volvemos todos boludos y atolondrados? ¿A dónde quiere llegar la gente? ¿Regalarán algo del otro lado de la esquina? ¿No nos marcan lo que tenemos que hacer y no podemos razonar que si paso a la vez que el otro.... chocamos? Somos hijos del rigor: "A mí poneme o lucecitas, o un policía, o un guardia urbano, o un conejito rosa de peluche que me indique con sus orejitas dónde caminar. Si no, me tiro cual suicida abajo de las ruedas de lo que venga rápido en la calle. No me digas que no te avisé, ¿Eéh? No es mi culpa."
Ay, Dios mío....

No hay comentarios.: