17 mayo, 2006

Quiero manifestar mediante el presente lo infladas que tengo las tarlipes del "temita" del mundial de fútbol que no sé cuando empieza pero ya me tiene llena.
Primero fue clasificar para ir al mundial. Todos los masculinos singulares o en manada estuvieron pendientes del tema, de los partidos, de la zona, de la mar en coche. Clasificamos. Sí­, iupi, puuuf.
La cosa quedó medio ahí­ como en un parate, hasta que desde hace mes y medio a esta parte, todo es: el mundial, el mundial, el mundial, el mundial. De repente todas las compañí­as de celulares, de seguros, bancos, tarjetas de crédito, metalúrgicas, cementeras, fábricas de galletitas, tambos, cerveceras, gaseosas, y ni que hablar las casas de electrodomésticos que por poco ya te regalan hasta el calzoncillo chivado de Maradona cuando era gordo con tal de que compres aunque sea una tele de cinco pulgadas blanco y negro, bombardean con mensajes mundialísticos e imágenes futbolísticas varias. La gente anda loca comprándose plasmas de quichicientas pulgadas, que cuestan ocho mil pesos.... todo para después de que termine el mundial vengan a hipotecarles hasta el cajón de los cubiertos, porque ocho lucas.... es mucha plata, señores.
Después vino el tema de "La Lista". Hasta que el técnico no dio la lista, tooooooooodos tennían "su" lista. Fácil escuché (desde la cocina, gracias a Dios), veinte listas diferentes. Que Ayala, que Lux, que el otro, que el petiso, que el chueco, que el cholo, que el rengo, que el capitán, que el jardinero.... Hasta que dieron "La Lista". AhÃí hubo cataratas de titulares "Controversias con la lista de Pekerman"; "Sorpresas en la lista del mundial"; "¿Usted cree que con esta lista saldremos campeones?" "La lista sorprende, la gente comenta" "Subastan en E-bay el borrador manchado de salame de la lista del mundial".... y así­ treinta y ocho millones de pelotudeces tooooodas en cadena y en patota.
"En directo desde Lischesten", "Nuestro corresponsal en Niederlinn", "El clima en Dosserfin", "Las costumbres en Estrujenbajenn", "Contingentes de modelos irán al mundial", "Comimos chucrut en Aussfen", "Las salchichas de Garliecchen son más largas que las de Coto", "Conocimos a Peter Hans Otto, un panadero campeón de flatulencias ruidosas".... y así­ hasta el infinito y más allá las idioteces se multiplican cual cucarachas en celo. Sin contar todos los famosos, colados, celebrities de cuarta y mediáticos que van a Alemania pagados por los mismos canales que nos los van a mostrar en plena avenida Subbenempujen borrachos y pidiéndoles a los turistas que eructen con ellos al ritmo de "María" de Ricky Martin. Como si fuera gracioso.
BASTA. ¿Qué catzo pasó, que ahora recordamos que somos argentinos? ¿Creí­an que éramos mongoles?
BASTAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!. Paren. Un poquito. ¿Sííííííí?

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